miércoles, 15 de mayo de 2013

Feniletilaminas I: MDMA


Voy a dedicar esta primera entrada sobre feniletilaminas a esta sustancia tan querida por tantos y tan poco comprendida por otros que es el MDMA, conocido en el argot callejero como "M", "éxtasis" o "cristal".

Cristales de MDMA

La primera descripción de los efectos fisiológicos en personas del 3,4-metilendioxi-N-metilanfetamina data de 1976 y fue realizada por el químico y farmacólogo Alexander Shulgin. En un principio existió una importante línea de investigación para su uso en terapias de pareja debido a sus efectos empatógenos (apertura emocional y aumento de la empatía), de hecho a la droga se la conocía como empatía y no como éxtasis hasta que empezó a venderse de forma ilegal en el mercado negro bajo este nombre. Como ocurre con la mayoría de las drogas, el uso irresponsable, la mezcla con otras sustancias y un par de sustos, todo ello sumado a una gran oleada de desinformación por parte de los medio acabó con su prohibición en 1985 en EE.UU e incluida en la lista I de sustancias psicotrópicas de la OMS. Que esté en la lista I a pesar de ser menos adictiva que otras sustancias legales como el tabaco o el alcohol es aún hoy día motivo de debate. Mi opinión es que es una auténtica gilipollez.

A.Shulgin en su laboratorio.

El M actúa como estimulador e inhibidor de la segregación y la recaptación de serotonina en el cerebro. Básicamente lo que hace es que la concentración de serotonina en nuestra cabeza aumente por encima de lo normal, lo que crea ese estado de placer, felicidad y apertura emocional.



Es una sustancia que con un buen uso puede tener en sus consumidores más efectos positivos que negativos, cuidar al máximo la dosificación y espaciar las tomas (dependiendo de cada persona, yo opino que lo óptimo son 2-3 veces al año) son los dos primeros mandamientos a la hora de consumir esta feniletilamina. Consumir M más de una vez por semana no solo es una tontería debido a la elevada tolerancia que genera el organismo hacia esta sustancia si no que puede ser peligroso ya que puede ocasionar problemas y desajustes muy molestos en nuestro sistema serotoninérgico.

Es perfecta para uso recreativo ya que es casi imposible el riesgo de tener un “mal viaje” bajo sus efectos. Para quemar en un concierto o n una fiesta bailando, para hablar y conocer gente o simplemente para disfrutar con buenos amigos.


En cuanto a la dosificación quisiera comentar también un par de cosas. Lo óptimo sería consumir entre 80-100 mg en una primera dosis, por ejemplo en una bombita, esperar a que suba, los efectos empiezan a notarse entre la media hora y la hora de la ingesta (si es oral), y no hacer redosificaciones. ¿Por qué?, la respuesta la podéis encontrar en lo que he dicho más arriba, el MDMA actúa como inhibidor de la recaptación de serotonina, por lo que volver a consumir más M los niveles de serotonina caerán drásticamente y consimir de seguido no va a servir de nada salvo para aumentará los efectos anfetamínicos y aparición de efectos negativos (ejem: el clásico mandibuleo)

Quisiera comentar por último el tremendo error que es tomarlo mezclando con mucho alcohol, motivo por el cual MDMA puede tener mala fama en ciertos círculos sociales, sobre todo entre los que no conciben salir de fiesta sin emborracharse,  ya que este combo sí que puede ser bastante peligroso, las muertes asociadas al consumo de éxtasis tienen TODAS en común el uso descontrolado sin medir dosis y alcohol y mezclas de sustancias de por medio (dedicaré otras entrada a hablar de estos tema).

Un saludo.

Drill.

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